Planteamientos estéticos en el Renacimiento (Parte I) – filosofía y arte
Nota previa:
La Profesora María Ordiñana, del Grado en Filosofía Online de la UCV “San Vicente Mártir” de Valencia (España), ha realizado con sus estudiantes de Evolución de las Ideas Estéticas hasta el Siglo XVIII una WEBQUEST sobre arte y filosofía en el Renacimiento, cuyos vídeos se irán subiendo conforme se publiquen los artículos correspondientes en este mismo blog.
La profesora María Ordiñana presenta la webquest en el vídeo siguiente:
Arte y filosofía- Introducción a la filosofía del Renacimiento: platonismo renacentista y aristotelismo,
por Rodrigo Ferre Bodi
Estudiante de 3er Curso del Grado en Filosofía Online de la UCV “San Vicente Mártir”.
Este tema se presenta en el vídeo siguiente:
1. Cuestiones previas sobre la filosofía renacentista
Realizar una breve introducción a la filosofía del Renacimiento para relacionarla con la evolución de las ideas estéticas a lo largo de la Historia nos debe llevar a plantear dos cuestiones previas. La primera de ellas, indicar cuáles de los sistemas antiguos o clásicos de la filosofía son asumidos en este nuevo tiempo que es el Renacimiento; y, en segundo lugar, trazar la diferencia o diferencias básicas entre la concepción del arte en la Edad Media y la concepción del arte a partir del Renacimiento.
En cuanto a la primera cuestión, resulta obvio que, de todos los planteamientos de la filosofía habidos hasta ese momento, el Renacimiento asume únicamente dos: el platonismo y el aristotelismo. Pero ninguno de ellos en su versión original (por decirlo de algún modo), sino transformados por el tiempo y por otros autores. Así, más que el platonismo se asumió el neoplatonismo (principalmente el agustiniano) y más que el aristotelismo se asumió el aristotelismo tomista, aunque no sólo. Dicho de otro modo, estos sistemas de la filosofía llegaron al Renacimiento transformados por otros autores y también por el espíritu latino. Así pues, no es descabellado hablar de un platonismo y un aristotelismo renacentistas, a veces compatibles, a veces enfrentados. Así, desde esta perspectiva: ¿hay realmente una ruptura radical con la Edad Media?, ¿se trata de una evolución?, ¿esta evolución es natural o provocada por un nuevo planteamiento filosófico? y ¿es este nuevo planteamiento el Humanismo?
Siguiendo con las cuestiones previas, es necesario decir que es difícil, por no decir imposible, señalar con exactitud cuándo acaba la Edad Media y cuándo comienza el Renacimiento, pues no se trata de un fenómeno homogéneo a nivel geográfico ni a nivel temporal. Con todo, un hecho resulta cierto: engarza con la Edad Media y surge en Italia en el siglo XV. En cuanto a su finalización, algunos autores lo sitúan bien entrado el siglo XVII. Antes de proceder al análisis de estas cuestiones conviene también anotar dos conceptos básicos: humanismo y antropocentrismo (frente al teocentrismo medieval). Y dos escuelas o Academias fundamentales: la de Florencia y la de Padua, principalmente.
2. El platonismo renacentista
En cuanto al platonismo renacentista, habría que indicar que a lo largo de la Historia se han dado numerosas variedades de la filosofía platónica (incluso dentro de la obra del propio Platón se puede hablar de diversas variedades distintas de su doctrina), de manera que puede decirse que el platonismo ha llegado a ser (de algún modo y en alguna de sus vertientes) una especie de refugio para todo tipo de filosofía contraria al empirismo y al materialismo. En este sentido, queda descartado un ‘platonismo puro’ en el Renacimiento. De hecho, se establecen cuatro variantes del mismo:
- Platonismo supersticioso
Se trata de una mezcla muy peculiar de platonismo, neopitagorismo, especulaciones numéricas y rasgos procedentes de las religiones paganas, lo que constituyó una corriente en filosofía rica en elementos supersticiosos muy útiles para las ciencias ocultas, la magia, la astrología y la alquimia. Por increíble que parezca, se trató de una variante neoplatónica muy útil para algunos humanistas del Renacimiento.
- Platonismo de Plotino
Plotino es el mejor representante del primer neoplatonismo, teniendo una influencia determinante en la historia del pensamiento y el arte europeos. Recordemos que (a pesar incorporar también elementos aristotélicos y del misticismo oriental) su neoplatonismo le lleva a hablar de una filosofía trascendente, abstracta y absoluta. Al igual que la corriente anterior, ésta también convenía a algunos escritores y humanistas del Renacimiento.
- Platonismo agustiniano
Lo mismo sucede con el neoplatonismo que deriva de San Agustín, al interpretar y transformar las ideas de Platón. Se trata, en el fondo de una filosofía religiosa, esto es, una variante cristiana de las teorías platónicas. Esta variante medieval del platonismo es la que más perduró y la que llegó realmente al Renacimiento. También es verdad, que fue la primera corriente neoplatónica en desaparecer.
- Platonismo científico
Esta corriente es la que asumió únicamente el método del sistema platónico, esto es, el planteamiento matemático y apriorístico de conocimiento, aparcando totalmente cualquier referencia metafísica. Fue seguida por Nicolás de Cusa y algunos artistas que querían crear una teoría puramente matemática de sus artes. Este hecho hizo que resultara muy extraña a la teología y filosofía universitaria, de modo que estas disciplinas tuvieron que recurrir a otro pensador clásico, desconocido casi totalmente entonces: Aristóteles.
¿Qué sucedió con estas variantes del neoplatonismo? Sencillamente que en el siglo XV llegó desde Bizancio una nueva oleada de platonismo, traída por estudiosos griegos, especialmente Georgios Gemistos (que se hizo llamar Plethon) y el Cardenal Basilio Bessarión, que influyeron sobremanera en Marsilio Ficino, hasta tal punto que éste último fundó en 1462, junto con Cosme de Médici, la Academia Platónica de Florencia. El platonismo de estos estudiosos no pretendía buscar los fundamentos filosóficos de una teología revelada sino resaltar la excelencia del alma humana, su relación con Dios y su destino trascendente. De este modo, la interpretación agustiniana del platonismo quedó definitivamente reemplazada por la interpretación oriental, la del platonismo de Plotino.
Sin embargo, este platonismo no era ni estudiado ni enseñado en las Universidades Renacentistas, de modo que, fuera de los muros de la Academia de Florencia, los humanistas que no estaban vinculados a ella no asumieron nada de él (salvo el concepto de poesía como furor divinus).
3. El aristotelismo
El caso del aristotelismo resulta mucho más peculiar, pues fue conocido en el siglo XII (de la mano de Santo Tomás), reconocido en el XIII y aprobado en las escuelas a partir del XIV. Se da la circunstancia de que hasta entonces sólo se habían aceptado algunos detalles de la filosofía aristotélica únicamente a nivel metodológico y, además, los árabes acogieron la filosofía de Aristóteles pero le dieron una interpretación platónica y los escolásticos una interpretación cristiana. Por tanto, sucedió lo mismo que con el platonismo: no se conocía en “estado puro”. Así las cosas, la filosofía aristotélica no llegó a Italia hasta bien entrado el siglo
XIV. Sin embargo, este retraso le resultó altamente beneficioso, pues hizo esta ‘entrada’ cuando aparecían los primeros indicios del humanismo, por lo que quedó unido a él, siendo pues en Italia donde se desarrolló el aristotelismo renacentista, hasta el siglo XVI, teniendo el encanto de lo novedoso y floreciendo en las Universidades Italianas (donde no llegaba el platonismo, que estaba encerrado en Florencia). El principal centro del aristotelismo fue la Universidad de Padua(vinculada políticamente a Venecia), donde germinó una filosofía profana y realista que no siguió el modelo aristotélico de Santo Tomás, sino el de Averroes, lo que permitió una interpretación naturalista de Aristóteles. Se trata de los “averroístas
paduanos”. Así, la filosofía desarrollada en Padua era una filosofía naturalista y cientifista, una filosofía negativa ante lo sobrenatural, la creación del mundo, la inmortalidad del alma y el libre albedrío. En definitiva, se dedicaron a reflexionar sobre el hombre como un elemento más de la Naturaleza.
Pero ¿era éste el planteamiento de todas las Universidades Renacentistas? Ciertamente no. El enfoque de Padua era incompatible con las ideas de los humanistas. Estos últimos resaltaban la originalidad, libertad y grandeza del hombre. Con todo, podemos hablar de dos vertientes aristotélicas renacentistas: la averroísta y la alejandrina (por Alejandro de Afrodisias [150-249]).
En este punto, conviene destacar que platonismo y aristotelismo no eran dos concepciones opuestas ni enfrentadas en filosofía, pues ambas compartían un mismo objetivo: el interés de los eruditos por lo ‘clásico’ y la valoración del hombre desde una perspectiva mundana, no-divina. Este era el objetivo pretendido al “volver al principio”, no a Dios, sino al hombre y su mundo. Y este retorno se efectuará mediante las artes y las ciencias, no mediante la teología ni las experiencias místicas o religiosas.
No obstante, al finalizar el siglo XVI, se produjo un alejamiento del aristotelismo, no desde la perspectiva de la filosofía, pero sí desde el terreno de la física (principalmente de la mano de Galileo, que consideraba al aristotelismo totalmente incapaz para el desarrollo de la física cualitativa y de la física matemática)
4. La estética – arte y filosofía
¿Cómo afectó todo este proceso a la estética y al arte?
La estética era una parte importante en la filosofía de la Academia de Florencia, mientras que para la Universidad de Padua ésta resultaba insignificante, al haberse centrado en la teoría del arte. Esto es, la Florencia platónica se centró en la estética y la Padua aristotélica en la teoría del arte. O lo que es lo mismo, la estética de los platónicos trató la teoría de lo bello mientras que los aristotélicos se ocuparon del arte, especialmente de la poesía (pues la teoría de la música y las artes plásticas quedaron en manos de los especialistas).
En resumen, puede decirse que la transición de la Edad Media al Renacimiento se realizó inicialmente en el ámbito de la literatura, para pasar posteriormente a la plástica y las demás artes. De este modo, podría datarse el siglo XV como el siglo de la estética desde la perspectiva platónica y el siglo XVI como el del arte desde la óptica aristotélica.
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[1] Estudiante de 2º Curso del Grado en Filosofía Online de la UCV “San Vicente Mártir”.
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